Estas paredes son cómplices de nuestro amor.
Pasión desvergonzada,
sin pudor, de pura acción,
sin control, sin tabúes,
no habra complejos, ardor exento,
sin temores al que dirán,
nuestros vecinos o alguien más.
No recojas la ropa interior, que aun yace en el suelo
deja de lado el sudor, desprende nuestras virtudes
dejalas en silencio, no las mires que te engañan,
violenta los deseos
dejame sentir el calor de tu cuerpo.
No quiero que me tomes con ternura,
atrévete...hazlo salvaje
desnuda mi refugio,
muerde mis pezones,
absorve el sudor de mi ombligo,
hasta llegar a donde te propones.
Dejame escuchar mis gemidos
quiero disfrutar todo tu sexo,
dame el nectar en tus dedos
que has buscado entre mis piernas,
disfruta de mis caderas,
toma todo lo que tengo.
Mi humedad la siento tuya,
tu lengua juega con mis labios,
unos labios ocultos, rojos apasiónados,
buscas ese punto inebitable
quieres que tiemble,
quieres que grite,
que todos se den cuenta,
que me vuelvo una loca
cuando repasas tu lengua.
Arrebata mi pelvis
sofoca mis sentidos,
convierte este deseo
en empalagozos fluidos ,
haz que llegue
que te lo pida,
que escuches de mi boca
jadeos vulgares,
halagos indecentes,
palabras que suelen decir ellas,
mujeres desnudas de mentes abiertas.
En un espléndido momento,
me conectas con el cielo
me haces flotar
huelo a incienso
a jazmin recien cortado,
tus manos me hacen temblar
me llevas al extasis,
me tiembla el cuerpo y me desfallezco
sintiendo apenas tus labios en los mios.