Quiero que sepas lo profundamente agradecida estoy por tenerte en mi vida; tu amistad ha sido un regalo invaluable, un refugio en los días difíciles y una alegría constante en los momentos felices. Valoro cada palabra, cada gesto, y cada instante compartido contigo, porque más que una hermana , eres un ser especial que ha dejado huellas imborrables en mi corazón. Gracias por tu cariño incondicional, por tu apoyo sincero y por ser simplemente tú: una persona maravillosa que aprecio con todo mi ser.
Querida amiga…
Hoy quiero decirte que me declaro tu amiga cactus, a la que no tienes que regar todos los días, ni llamar, ni escribir, y aunque pasen miles de años sin agua, sin hablarnos o sin vernos, puedes estar segura que estaremos siempre a un café o una llamada de distancia.
Soy esa amiga que siempre va a estar si me necesitas sea para abrazarte en tu llanto o ser tu porrista en cada uno de tus logros.
Me declaro TU AMIGA CACTUS, porque cada día confirmo que cuando hablamos es como si el tiempo nunca hubiera pasado y justo en ese momento, llega el más profundo riego de amor.